La relación de los salarios y la productividad es de correspondencia de uno a uno, y eso es algo de lo que pocos se han dado cuenta, o más bien algo que muchos han obviado. Un salario alto no te hace más productivo, de hecho, a ojos de muchos empresarios, te hace menos productivo, porque “cuestas” más; pero el tema es que si un salario más alto no te hace más productivo, un salario más bajo, no va a ayudar en nada a que aumentes tu productividad (que no es la de la empresa). Entonces ¿qué hacemos para ser más productivos?

Se dice que  los jóvenes entre 25 y 35 años son los más preparados en décadas, si miramos la cantidad de titulados universitarios que hay, lo que, paradójicamente no sirve de gran cosa a la hora de encontrar un trabajo, y mucho menos a la hora de encontrar un salario digno.

En otros países un arquitecto en prácticas en un estudio cobra lo que con suerte puede llegar a cobrar aquí un arquitecto con varios años de experiencia (que no trabaje por cuenta propia).

¿Se puede ser productivo cuando ves que no se valoran ni tus conocimientos ni tu experiencia? 

En muchos tipos de trabajos es difícil cuantificar la productividad, un profesor no puede cuantificar su productividad por el número de alumnos aprobado (menos aún si es él mismo el encargado de evaluarlos) pero todos hemos conocido profesores que se esfuerzan, preparan las clases, etc. y profesores que se dedican a poner una tarea y leer el periódico en clase mientras los alumnos trabajan.

  La productividad tiene mucho que ver con la motivación, poco productivo puede ser uno que hace el trabajo sin ganas, y que su única aspiración es que llegue fin de mes y cobrar su nómina, disimulando para que no lo echen.

Para ser más productivos hace falta estar motivado, y eso se puede conseguir de muchas maneras, no sólo a través del sueldo (aunque es innegable su poder, no lo es todo) a continuación alguna sugerencias para motivar:

  • Con incentivos a medio o largo plazo por consecución de determinados objetivos.
  • Mejorando las condiciones laborales, siendo más flexible en el trato con el empleado, facilitándole en lo posible la conciliación.
  • Haciendo al empleado partícipe del desarrollo de la empresa: si la empresa gana, el empleado gana y el empresario gana (y no sólo el empresario, como sucede demasiado habitualmente)
  • Considerando a los empleados como personas y no como herramientas, escuchándolos; a veces el operario puede tener una idea de cómo mejorar en su trabajo si lo pudiese hacer de otra forma o con una herramienta más eficaz que le permita hacer lo mismo en menos tiempo.
  • Cursos, talleres, diplomados etc, que mejoren las expectativas profesionales de los empleados día a día.

Se productivo, no pierdas la oportunidad de destacar profesionalmente, asiste Taller: Plan de Desarrollo Profesional. Sábado 8 de octubre 2011. Mayor información: http://benvivemkt.blogspot.com/p/taller-plan-de-ruta-profesional.html


Por: Paola Yanine García/ Eventos y RS Staff
Fuente: Salomón, Economía y Finanzas



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