• Complejas habilidades para la gestión.
• Oportunidades estratégicas.
• Desarrollo de la calidad y la productividad.
• Comunicación de la estrategia y visión de la empresa.
• Desarrollo y formación del staff.
Si estás en una posición que requiere liderazgo estratégico, y estás presionado por los tiempos, debes delegar tareas. Algunos tipos de trabajo que debe reconsiderar delegar serían:
• Ciertas actividades técnicas y operativas.
• Tareas o proyectos para las cuales estás menos calificado que alguno de sus colaboradores.
• Trabajos que impliquen una posibilidad de crecimiento para los empleados.
• Tareas que diversifiquen la rutina laboral o que sean motivantes o que incrementen las habilidades grupales.
Seleccionando el staff adecuado.
No importa que tan alto sea el potencial del equipo de personas sobre las cuales se delegarán tareas, ellos necesitan entrenamiento. Recuerda el círculo virtuoso del entrenamiento:
• Obtener un feedback o devolución del empleado.
• Hacer que el empleado haga el trabajo y observarlo.
• El empleado hace el trabajo y el líder le hace algunas preguntas.
• El empleado hace el trabajo y realiza reportes.
Tanto el proceso de entrenamiento y la consecuente delegación de una tarea requieren de buenas competencias comunicacionales de ambas partes. Lo que está siendo delegado debe ser claramente definido, el responsable del entrenamiento debe explicar muy detalladamente lo que se tiene que hacer. Es necesario que el delegante esté siempre atento para prestar soporte cuando se lo requieran.
Resistirse a involucrarse demasiado en lo que el delegado está haciendo. Si vienen a ti haciendo demasiadas preguntas, trata de no responder, sino de ayudarlos a encontrar las respuestas. Su obligación es desarrollar la iniciativa de sus subordinados para que puedan lidiar con diversos problemas incluyendo aquellos causados por sus propias acciones, tal y como tú lo has hecho en el pasado.
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